Cecia, era una chica de dieciocho años, que sus padres la consideraban una persona bastante emprendedora en los estudios, Cecia cursaba el III ciclo en la carrera de Ciencias de la Comunicación.
Para segunda mitad del ciclo Cecia empezó a tener problemas sentimentales con su pareja, ella se sentía triste, melancólica y decepcionada. Al ver esto sus padres se preocuparon y hablaron con ella.
Esa tarde, Cecia les comentó a sus padres sobre su problema, sus papas muy angustiados le recomendaron a Cecia que se relaje, que viera otros horizontes y que siga adelante, es allí cuando Cecia recordó sobre el viaje a Paracas que esta organizando su facultad.
Cecia se sintió contenta porque sabia que el viaje era una oportunidad para salir de sus cuatro paredes.
Un sábado muy de mañana salió con todos sus compañeros rumbo a Paracas, todo iba yendo muy bien , hasta el camino le pareció corto y con paisajes muy bonitos, casi al mediodía, el bus hizo una parada en puerto, cerca de la Islas Ballestas, todos los estudiantes salieron y el decano nos reunió para decirnos que todos podíamos caminar al rededor de la vía y que en quince minutos retornemos para seguir visitando la hermosa reserva de Paracas.
Cecia estaba caminando con su amiga Graciela y Carlos observando los pelicanos, el mar, comprando recuerditos para sus familiares, los tres amigos estaban de foto en foto cuando se olvidaron de la hora y uno de ellos dijo a Cecia" Cecia creo que ya paso mas de media hora"... reaccionando los tres corrieron hacia donde el bus estaba estacionado y se dieron con la sorpresa que el bus de la UTP se había esfumado, muy aterrada Cecia pregunto a la señora, a la quien había comprado tres raspadillas, si había visto el bus y la señora le dijo que ya estaban volteando la esquina.
En menos de un minuto, Cecia y sus compañeros fueron presurosos a darles el encuentro, el bus por fin paro y ellos pensaron que todo se había quedado allí pero se equivocaron, el decano muy pero muy molesto bajó del bus y les grito peor que a sus propios padres y les dijo que se regresen a Lima por indisciplina y des obediencia.
Carlos, el compañero de Cecia, casi con lágrimas en los ojos le dijo al decano: "No por favor no, aunque sea subimos al bus y les pedimos disculpas a nuestros demás compañeros por haberles hecho esperar, pero por favor no nos regrese a Lima"... Cecia y Graciela casi resignadas y con la cabeza gacha les suplicaron al decano, Alejandro Guerrero, les dio una primera y ultima oportunidad pero les amenazo, que si llegaban tarde un minuto tarde les mandaría a Lima el mismo.
Con temor y a la vez contentamiento Cecia, Carlos y Graciela aceptaron. Estuvieron dos días y una noche en la reserva de Paracas, visitaron muchos lugares como el museo Julio C Tello, las Islas Ballestas, la Catedral entre otros lugares , la pasaron bien y no volvieron a llegar tarde sino que mas bien siempre cinco minutos antes de la hora fijada.
Cecia se dio cuenta en su viaje de muchas cosas y entre ellas que siempre hay oportunidad y opción para un buen cambio.
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Hace 6 años
